La intervención en tartamudez depende mucho de la edad del paciente, del diagnóstico y de condiciones personales y sociales.
Entre una de las condiciones de un buen tratamiento está la de una intervención a medida para cada persona. Esto aunque sigamos protocolos estandarizados de evaluación o programas de intervención que implican pasos detallados.
Un buen objetivo es la de alcanzar el máximo de fluidez espontánea como un aprendizaje y buscando fijar esos aprendizajes.Para que no sean trucos forzados, esto parece sencillo, pero a la luz de la clínica es bastante complicado, ya que necesita tiempo para sostenerse.
Una mirada del funcionamiento lingüístico y un control motor de habla.
Es importante definir sobre que tipo de evaluación partimos y que corriente científica apoya el paradigma de evaluación e intervención.
Históricamente las teorías sobre el origen de la tartamudez han ido variando:
- desde la neurofisiológica de los años 1930.
- problemas de índole psicosociales en los años 1945 y 1960, influencia de las corrientes psicoanalíticas francesas.
- corrientes psicolingüísticas y neurofisiológicas nuevamente entre los 1970 en adelante.
- Y en este siglo XXI nuevamente bajo el auge de las mediciones neurológicas por imagen intentamos ver el funcionamiento del cerebro para dar una explicación a la tartamudez.
Cuando veo al paciente tartamudo y comienzo a evaluar no se si esta disposición es unicausal o multicausal: personalmente desde la intervención yo intento tener un modelo que implica.
1º La tartamudez es un trastorno del habla, específicamente del ritmo, concomitantes con variables inter e intrapersonales, que luego veremos como lo miramos desde la clínica, caso a caso.
2º Nunca es unicausal, siempre hay variables que ayudan a mantener estos síntomas.
3º Es paciente, es un ser humano que puede aprender, pero que hay que tener en claro los límites personales del mismo, y aunque sea adulto su entorno psicosocial.
Evaluación
Personalmente mi evaluación comienza con una historia de los padres, antecedente familiares, hasta llegar a ver un funcionamientos familiar, tanto si es adulto como si es niño. Lo que se modifica es la fuente de información y la interpretación e influencia de esos datos. Para ello hacemos entrevistas de los dos tipos estructuradas y no estructuradas con familia y paciente o si es adulto solo con paciente.
2º Si es niño una hora de juego, consignando el modelo de habla, y una evaluación de los 5 aspectos del lenguaje, sintáctico, morfológico semántico, fonológico y pragmático.Es útil la grabación de las sesiones para poder mirarlas nuevamente.
Fundamentalmente me fijo en el momento en que aparece el proceso disfluente en sesión y en medio ambiente, la diferencia entre el adulto y el niño es que uno dice abiertamente las situaciones y las del niños hay que inferirlas o preguntarles a otros adultos, como padres, maestros, amigos , familiares etc.
Las conductas tanto motoras, como de la voz, son fuentes de información que ya implican un posicionamiento en la terapéutica posterior.
Técnicas de entrenamiento para los pacientes adultos hay muchas, desde la respiración , control de la velocidad, relajación muscular, inicio suaves, control de voz con susurros, control del largo de las frases, en algunos casos trabajos de articulación y vocalización y a partir de los 8 años, el uso de la tecnología del Speech Coach que en estos momentos está dando un interesante resultado en pacientes de larga data de tartamudez y con varios años de trabajo.-
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